Si me sigues por Instagram, sabrás que hace ya unos meses que cambiamos el suelo de la planta de abajo. Teníamos un suelo de gres rojizo que además de que no me gustaba estéticamente, era muy frío. Antes de decidir qué suelo poner, hice mucho trabajo de investigación para asegurarme de que poníamos un suelo de calidad acorde a nuestras necesidades y estilo de vida.
Lo quiero compartir con vosotras porque en su día por Instagram tuve muchísimas preguntas y aquí queda más ordenado y la información puede ser más completa. Además, ya os puedo dar mi opinión después de unos meses de uso. ¡Empezamos!

SUELO LAMINADO VS SUELO VINÍLICO
Esta fue mi primera duda. Cuando compramos la casa, la cocina estaba vacía y antes de montar la nueva lo primerísimo que hice fue tapar el suelo horrible que tenía: eran baldosas azules y amarillas. En ese momento ya busqué mucha información sobre las diferentes alternativas que tenía y me decanté por el suelo vinílico solo porque es más resistente a la humedad y para baños y cocinas se recomienda más que el laminado.
Estoy contenta con el suelo que pusimos en la cocina pero sí que es verdad que el suelo vinílico es 100% sintético y aunque hay acabados bastante bien conseguidos, estéticamente me convencían más los suelos laminados (además de que son más resistentes en cuanto a arañazos y trote en general). Otro punto a tener en cuenta es que para poner el suelo vinílico encima de las baldosas, es necesario que estas estén perfectamente niveladas y que las juntas no se noten mucho. De lo contrario, hay que echar una pasta niveladora por todo el suelo, esperar a que seque, poner el suelo nuevo encima, etc. etc. Si no lo haces, con el tiempo se pueden notar las juntas de las baldosas o incluso el suelo se puede agrietar.
En el caso de mi suelo de gres, las juntas se notaban muchísimo y tampoco estaba 100% nivelado así que hubiera sido necesario poner esta pasta. Esto implicaba tener que despejar por completo todas las estancias y no poder pisar durante unos días mientras secaba la pasta niveladora y se colocaba el nuevo suelo. Para mí era inviable porque además de que no tenía espacio para guardar tooooodo lo que tengo en el salón (mesa, sofá, muebles…) lo que quería era un cambio rápido, sin mucho lío y que no implicara tener que irnos de casa mientras.
¿POR QUÉ ELEGÍ SUELO LAMINADO?
El motivo principal fue precisamente ese: al no tener que echar la pasta niveladora, podíamos “apartar” los muebles para un lado, hacer esa parte de suelo, volverlos a mover y continuar con la siguiente. Esto también me lo preguntaron mucho vía Instagram porque sobre todo para las personas que viven en un piso es importante saber si se puede ir haciendo así o la estancia tiene que estar 100% vacía. En nuestro caso, sacamos todo lo que pudimos pero la mesa del comedor y el sofá se quedaron en el salón y lo fuimos moviendo.

El siguiente motivo fue el acabado estético, que en comparación con el vinílico me parece más “real” y más parecido a la madera natural. Además también es más resistente y teniendo un niño y un perro… creo que es la mejor opción. Este punto es el siguiente del que vamos a hablar.
TIPOS DE SUELO LAMINADO
Hay diferentes calidades y tipos de suelo laminado y es MUY IMPORTANTE conocer la calificación del modelo que vamos a instalar.
Primero tenemos que fijarnos en el AC que es lo que nos va a indicar el nivel de dureza y resistencia del suelo a las rozaduras. Para conocerlo, someten al suelo a un test estandarizado en el que una máquina va frotando el suelo con unos rodillos con lijas hasta que desgastan la primera capa. En base a los resultados que se obtengan y dependiendo del número de vueltas que aguante, se le asigna una clasificación con un número que por lo que yo he podido ver va del 1 al 6: AC1, AC2, AC3…
- AC-1 (más de 900 vueltas)
- AC-2 (más de 1.800 vueltas)
- AC-3 (más de 2.500 vueltas)
- AC-4 (más de 4.000 vueltas)
- AC-5 (más de 6.500 vueltas)
Se supone que para uso doméstico podría servir con los 3 primeros AC. El AC1 se podría poner en un dormitorio que no tenga mucho tránsito y el AC3 en un salón o recibidor por el que se pasa más. Sin embargo, en el mercado hay mucha más oferta de suelos AC4 y AC5 porque no hay mucha diferencia en cuanto a costes de fabricación y la calidad que se ofrece es mejor. Aún así, siempre echa un ojo y asegúrate de que el AC de tu suelo es el que necesitas según dónde lo vayas a poner.
Además del AC también hay que fijarse en la clase. Según la calidad y la resistencia a los impactos o golpes, se clasifican en clase 2 y 3. Los suelos que empiezan por 2 están pensados para uso exclusivamente doméstico y los suelos de clase 3 son aptos para usos comerciales.
Esta sería la clasificación:
- Clase 21 – Uso doméstico moderado.
- Clase 22 – Uso doméstico general.
- Clase 23 – Uso doméstico intenso
- Clase 31 – Uso doméstico intensivo – comercial moderado.
- Clase 32 – Uso doméstico intensivo – comercial normal.
- Clase 33 – Uso doméstico intensivo – comercial intensivo.
- Clase 34 – Uso doméstico intensivo – industrial moderado.
Por último, también hay que fijarse en el espesor que suele ser de entre 6 y 12mm. Tanto el grosor como la calidad de la capa base (y el nivel hidrófugo) son puntos clave para determinar la calidad de los suelos laminados.
Sabiendo esto ya puedes comprobar en la ficha técnica del suelo que te guste si cumple con los estándares que necesitas.

EL SUELO QUE ELEGÍ YO
Justo cuando estaba en plena búsqueda del suelo perfecto, el equipo de Galea Floor contactó conmigo porque acababan de abrir una tienda en mi ciudad (León) y querían hacer una colaboración para dar a conocer sus productos.
Son fabricantes, nacieron en León y ahora mismo tienen distribuidores por toda España. Yo siempre tiro mucho por mi tierra así que encantada fui a conocer su tienda y me pareció UNA PASADA.
La calidad de los suelos es espectacular. Tienen una exposición con muchísimas muestras de suelos (se hace difícil elegir solo uno 😅) tanto vinílicos como laminados o incluso de madera natural. Además tienen algo súper chulo: un “cubo” donde puedes ver en directo cómo queda un suelo en una habitación gracias a la realidad virtual.
La tienda está en la C/ Los Osorios, muy cerca del Arco de la Cárcel (al lado del bar El Genarín). Si no eres de León, tanto en su web como en su Instagram tienes mucha información sobre sus productos y dónde encontrarlos.
Definitivamente me encantó la tienda, la experiencia de compra que proporcionan a los clientes y, por supuesto, la calidad de sus productos. Desde ese momento me dejó de gustar el suelo vinílico que había puesto hace un par de años en mi cocina porque comparándolo con el material que tienen en Galea… no tiene nada que ver!

Allí mismo cerramos la colaboración y gracias a ellos estoy escribiendo este post contándoos todos los detalles. Elegí un suelo laminado de su línea STRONG 4V con una calidad brutal. Es AC5, Clase 33 y de 8mm de espesor o sea que se podría poner incluso en un centro comercial con mucho tránsito. Será de la única manera que Ismael y Skuni no puedan acabar con él 🤣
Me fue MUY COMPLICADO decidir el tono porque había varios modelos que me gustaban. Tenía claro que quería un tono que aportara calidez y que pareciera madera natural. Al final me decanté por el Roble Legacy 468 por su calidez y por el detalle del veteado marcado. Meses después sigo encantada y enamorada de mi elección 😍

CÓMO PONER EL SUELO LAMINADO
En esta ocasión contratamos a un profesional para que nos lo montara porque entre trabajo – casa – Ismael no me dan las horas del día 😅 pero en nuestro anterior piso lo pusimos nosotros sin problema y no es nada difícil. Las lamas vienen con un sistema de click que van encajando entre sí.
Una de las preguntas que más me hicieron en Instagram fue que si iba a levantar el suelo de gres o lo iba a colocar encima. Ya lo adelanté antes pero yo no quería hacer la obra del Escorial así que decidimos que lo pondríamos encima.
Entre la baldosa y el suelo nuevo es importante poner una base aislante. Además de aislar, también ayuda a reducir las pequeñas irregularidades que pudiera haber en el suelo antiguo.

¡Vamos por partes!
PASO 1: Quitar el rodapié antiguo. En nuestro caso también era de gres.
PASO 2: Quitar las puertas para trabajar más cómodamente y cortar los marcos para que el acabado sea más bonito.
PASO 3: Poner la base aislante.
PASO 4: Instalar el suelo laminado en click encajando las lamas. Para cortar las lamas venden unas “guillotinas” especiales en Amazon que facilitan mucho el trabajo.
PASO 5: Instalar los rodapiés y los embellecedores en caso de que se necesite tapar la transición entre un suelo y otro. Por ejemplo, nosotros en el suelo del baño dejamos la baldosa que había y como este suelo laminado lo colocamos encima del gres, queda un pequeño escalón de 1cm aprox. que se disimula perfectamente con estos embellecedores.

¿Qué hacemos con las puertas cuando ponemos suelo laminado? El suelo que yo elegí tiene un grosor de 8mm + la base aislante, estamos subiendo aproximadamente 1cm y puede que las puertas rocen. Para evitarlo, simplemente hay que cepillarlas.
La puerta de la entrada, que en nuestro caso es de aluminio, también se puede cortar. Nosotros lo hicimos con la radial y quedó perfecto. En mi Instagram, puedes echar un ojo a los stories destacados “Suelo GALEA” y allí hay un vídeo de cómo quedó la puerta de la entrada.
**Muy importante para que quede perfecto… tener un buen ayudante 🤣

Precio del suelo laminado
¿Cuánto cuesta poner el suelo laminado? Pues como en todo… depende de lo que te quieras gastar y la calidad que busques. Es verdad que el suelo laminado es más económico que el vinílico pero dentro de este tipo de suelos hay diferentes calidades, marcas y precios. Yo los vi desde unos 8€/m2 hasta 50€/m2.
En nuestro caso, elegimos un término medio. No nos decantamos ni por lo más barato ni por lo más caro aunque está en el TOP de calidades por su AC y Clase.
También hay que tener en cuenta que TODO está subiendo muchísimo. De hecho, el suelo que yo puse en la cocina hace 2 años, ahora mismo cuesta casi 5€ más el m2.
También hay que tener en cuenta el precio de la instalación en el caso de que quieras contratar a un profesional. Por lo que he podido ver, los precios en mi ciudad rondan los 9-15€ el m2.
ANTES Y DESPUÉS DEL SUELO LAMINADO
Una imagen vale más que mil palabras así que aquí dejo varias fotos del antes y el después del suelo. Es una pasada lo que puede cambiar una estancia solo con un suelo cálido y bonito:






Espero que este post te sea útil si estás pensando en comprar suelo laminado. Después de mi investigación y de nuestra experiencia, sin duda te recomiendo que eches un vistazo a la firma Galea. Si te has quedado con cualquier duda, escríbemelo en los comentarios y estaré encantada de ayudarte 🖤

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